La Cultura de la Tierra y la Comunidad
Aprender a cuidar la vida comienza por el amor propio, por reconocer quienes somos y lo que venimos a aprender.
En este proceso, que comienza desde el alumbramiento, en los primeros años se hace a través de la fusión con nuestra madre y luego con nuestro padre, con la familia y la comunidad.
Reconocer a la Tierra como nuestra Madre común, que nos nutre, nos guía y nos cuida permanentemente, nos abre a la consciencia del cuidado y del respeto por la vida, dejando en un segundo plano el interés material y priorizando la dimensión espiritual.